En un movimiento que huele más a desesperación que a estrategia, Carlos Vignolo, Ministro Secretario General de la Gobernación, ha abierto las puertas de «Vamos Corrientes» a La Libertad Avanza (LLA), el espacio liderado por Lisandro Almirón en la provincia. Esta invitación, lejos de ser un gesto de apertura política, parece una maniobra para oxigenar un oficialismo provincial que hace agua por todos lados
Vignolo declaró que «la puerta está abierta si hay prioridad para Corrientes», pero dejó en claro que no se pueden plantear condiciones previas. Una frase que suena más a ultimátum que a invitación cordial. Mientras tanto, Almirón, en su habitual ambigüedad, habla de diálogos con diversos sectores, desde partidos políticos hasta asociaciones religiosas, sin comprometerse con nada concreto.
Este acercamiento entre «Vamos Corrientes» y LLA no es más que un intento de Valdés y su séquito de mantenerse a flote en un mar de descontento popular. La gestión provincial ha demostrado ser incapaz de resolver los problemas estructurales de Corrientes, y ahora busca alianzas con quienes prometen soluciones mágicas sin sustento real.
Por otro lado, Ricardo Colombi, eterno operador en las sombras de ECO, observa desde su trinchera, esperando capitalizar cualquier error para volver al centro del escenario político. Y Tincho Ascúa, del PJ, sigue en su campaña personal, más preocupado por su imagen que por las necesidades de los correntinos.
En resumen, la política correntina se encuentra en una encrucijada, donde las alianzas se tejen más por conveniencia que por convicción. Los ciudadanos merecen líderes que prioricen el bienestar común sobre los intereses partidarios.
Por Redacción Infoibera.
Fuente: Libertador.-