Pero la realidad que percibe el pueblo es muy diferente. La desconfianza se manifiesta en comentarios como «Ese apellido nomás ya ensucia» y «Todo lo que se hace en la escuela de mi hijo es a pulmón de la cooperadora». La indignación se siente en los grupos de WhatsApp, donde la gente expresa su frustración ante un gobierno que solo aparece para las fotos, mientras que el verdadero esfuerzo proviene de las cooperadoras, padres y docentes
En contraste, los funcionarios se desplazan a Buenos Aires, percibiendo salarios exorbitantes sin aportar a la mejora de la infraestructura escolar.
Cuando la Nación recorta fondos, estos políticos se lamentan ante las cámaras, omitiendo que desvían recursos y recortan inversiones.
Es momento de desenmascarar esta farsa, que no es más que una estafa disfrazada de gestión educativa, donde la miseria se oculta tras un espectáculo mediático que culpa a otros.
Expondremos a Valdés, Breard y todos aquellos que empobrecen Corrientes mientras llenan sus bolsillos a costa del futuro de nuestros niños.-
Redacción: Infoibera.com.-